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Científicas internacionales se reúnen en Australia para avanzar en la "filogenética galáctica"
Investigadoras de distintos países se unen en un viaje único para impulsar el modelo de evolución química utilizando métodos filogenéticos para ERIS.
En un esfuerzo por avanzar en el modelo de evolución química mediante el uso de métodos filogenéticos, científicas internacionales se reunieron en Australia para compartir conocimientos y experiencias en el proyecto Núcleo Milenio ERIS. Durante los últimos dos años y medio, las científicas del proyecto ERIS han trabajado arduamente en la comprensión de la evolución química de las galaxias en un marco filogenético. Paula Jofré, directora del Núcleo Milenio ERIS comenta: "hemos estado trabajando realmente duro, ya que no es fácil pensar en un problema cuando gran parte de él simplemente no se conoce y no hay ningún libro o artículo donde podamos leer mucho al respecto. Lo único que teníamos era charlar e intercambiar nuestros conocimientos".
La dificultad de coordinar horarios entre los miembros del equipo en diferentes países ha sido un desafío constante. "Los husos horarios realmente no ayudan a concentrarse en la intensidad del contenido de nuestras discusiones", admitió Paula. A pesar de estas dificultades, el entusiasmo por la investigación y el deseo de avanzar en la comprensión de la evolución química de las galaxias han mantenido unidos a los miembros del equipo.
Conscientes de la importancia de un encuentro presencial, las científicas aprovecharon la licencia de maternidad de Xia Hua para organizar una reunión en Australia. "Estábamos desesperadas por reunirnos con Payel y la licencia de maternidad de Xia se acercaba, parecía el momento perfecto para visitar Canberra y evitar, al menos por una semana, las videollamadas de una hora en horarios incómodos y tener tiempo para enfocarnos", expresó la directora del Núcleo.
Durante esta semana en Australia, las científicas del proyecto ERIS tuvieron la oportunidad de una interacción más intensa, permitiéndoles no solo avanzar en su investigación, sino también compartir experiencias personales y profesionales. "La oportunidad de pasar una semana completa con estas mujeres increíbles fue única para mí. Son inteligentes, decididas, intrépidas en cuanto a nuestra teoría y realmente entusiasmadas por aprender cosas nuevas", destacó Jofré.
Además del trabajo conjunto, las científicas aprovecharon la visita en Australia para asistir a la charla del doctorado de Aldo Mura Guzmán, estudiante de la Universidad Nacional Australiana, quien había realizado una pasantía en Chile durante la pandemia. Esta oportunidad de intercambio y aprendizaje mutuo fortaleció aún más los lazos entre los investigadores involucrados en el proyecto ERIS y fomentó la colaboración internacional en el campo de la evolución química de las galaxias.
Con avances significativos en su investigación, las científicas del proyecto ERIS esperan anunciar pronto los resultados en un artículo que marcará el inicio de lo que han denominado "filogenética galáctica". "Ahora espero con ansias anunciar el artículo en el que todos estamos trabajando, que marcará el comienzo de lo que nos gusta llamar 'filogenética galáctica'. ¡Está en camino!", afirma entusiasmada Paula Jofré.
El encuentro en Australia ha sido un hito para el proyecto ERIS, demostrando que la colaboración y la dedicación son clave para avanzar en la comprensión de los misterios del universo y la evolución química de las galaxias.
Estudiantes del programa Gen Universal disfrutan de una emocionante actividad de recreación artística lunar
En el marco del programa Gen Universal, estudiantes de todas las edades participaron en una actividad de recreación artística lunar. Además, culminaron el semestre con una visita a la Escuela Lautaro de Nonguén en Concepción para realizar la confección de cada uno de los hidrocohetes de los estudiantes.
Durante el mes de julio, los estudiantes del programa Gen Universal se sumergirán en una apasionante actividad de recreación artística lunar. Inspirados por la luna, los jóvenes artistas dejarán volar su imaginación para plasmar en sus obras la belleza y misterio del espacio exterior.
Con el objetivo de fomentar la creatividad y la experimentación artística, se les sugirió a los estudiantes utilizar el concepto de variedad y repetición en sus creaciones. De esta manera, se les brindó la libertad de seleccionar las técnicas, herramientas y materiales que más les interesaran y se adaptaran a su contexto educacional.
Además, se les animó a documentar el proceso creativo a través de un registro fotográfico, que posteriormente sería incluido en su bitácora Gen y compartido con la comunidad. De esta forma, los estudiantes tendrán la oportunidad de compartir su proceso de creación y motivar a otros a explorar el mundo del arte y el espacio.
Cada estudiante deberá titular su obra de recreación lunar, otorgándole un nombre único y significativo. Esto les permitirá darle un sentido personal a sus creaciones y conectar aún más con la temática que los inspiraba. Cabe destacar que las obras originales fueron cuidadosamente resguardadas, de esta manera, los estudiantes podrán compartir su arte lunar con el resto de la comunidad escolar y demostrar el talento y la dedicación que pusieron en sus creaciones.
Además de la actividad de recreación artística lunar, los estudiantes de la Escuela Lautaro de Nonguén tuvieron la oportunidad de recibir una visita especial del equipo de Gen Universal, participando en una emocionante actividad de creación de hidrocohetes, donde pudieron poner en práctica sus conocimientos científicos y disfrutar de una experiencia educativa única.
El entusiasmo se podía sentir en el ambiente mientras los estudiantes construían sus propios hidrocohetes. Fue una oportunidad para poner a prueba su creatividad y habilidades técnicas, y al mismo tiempo, compartir momentos inolvidables con sus compañeros de clase. La actividad de hidrocohetes brindó a los estudiantes la posibilidad de combinar el arte y la ciencia en una experiencia enriquecedora. Esta actividad tiene como finalidad lograr estimular su curiosidad, despertar su pasión por el conocimiento y dejar una huella imborrable en su aprendizaje.
El programa Gen Universal continúa promoviendo el desarrollo integral de los estudiantes, fomentando su creatividad y curiosidad a través de actividades innovadoras como la recreación artística lunar y las experiencias científicas. Estas oportunidades les permiten explorar su potencial y descubrir nuevas pasiones, dejando volar su imaginación hacia los confines del universo.
Francisco Jara Ferreira: El joven astrofísico chileno que deslumbra con su investigación y pasión por la divulgación científica
Con tan solo 24 años, Francisco Jara Ferreira, licenciado en Astronomía de la UC, se destaca en el campo de la astrofísica con su investigación sobre la evolución química de galaxias. Además, su dedicación a la divulgación científica lo ha llevado a participar en diversas actividades para acercar la ciencia a niños y jóvenes. Conozcamos más sobre su trayectoria y sus metas a futuro.
Francisco Eduardo Jara Ferreira, un joven talento chileno de 24 años, ha dejado una huella en el campo de la astrofísica con su pasión por la investigación y la divulgación científica. Graduado como licenciado en Astronomía de la UC, ha dado sus primeros pasos en el programa de magíster en Astrofísica de la misma universidad, donde continúa su formación académica.
Desde sus primeros años como estudiante de pregrado, Francisco mostró un gran interés por la astronomía y decidió seguir en la academia al postular al programa de magíster, con el objetivo de ampliar sus conocimientos y convertirse en astrofísico. Francisco se encuentra en su primer año del magíster y ya vislumbra un futuro prometedor en la investigación científica.
Durante su etapa de pregrado, Francisco desarrolló su tesis bajo la guía de la profesora Patricia Tissera, actual co-directora de ERIS. Esta experiencia fue muy enriquecedora para él, ya que le permitió aprender y llevar a cabo una investigación interesante. Continuando con su colaboración con la profesora Tissera, Francisco trabajó en una versión más profunda de su tesis durante el segundo semestre del año pasado, con el objetivo de cerrar la investigación en un artículo científico.
La dedicación de Francisco en el campo de la astrofísica se ve reflejada en su participación en el equipo de investigación de la profesora Tissera en la UC. Formando parte de este equipo, también se unió a ERIS como miembro de apoyo de investigación y, posteriormente, como estudiante de magíster. Esta experiencia le ha brindado la oportunidad de colaborar con otros estudiantes de distintos programas, enriqueciendo su formación académica y ampliando su visión científica.
Aunque Francisco no tuvo una vocación clara desde su niñez y adolescencia, siempre tuvo una gran pasión por la ciencia y, en particular, por las artes, como la música y el cine. Sin embargo, al momento de decidir su carrera, eligió la astronomía instintivamente y descubrió que era su verdadera pasión. La posibilidad de enfrentarse a nuevos desafíos y descubrir nuevas cosas cada día lo motivó a seguir este camino.
La experiencia de la divulgación científica ha sido una de las facetas más gratificantes para Francisco desde que se dedica a la astronomía. Participar en iniciativas como Física Itinerante, llevando la física de manera lúdica y entretenida a niños y adolescentes, le ha dejado recuerdos imborrables. Actualmente, trabaja en el Observatorio Manuel Foster, donde tiene la oportunidad de transmitir su pasión por la ciencia a personas de todas las edades.
Enfocado en su magíster, Francisco reconoce que el mundo académico requiere mucho esfuerzo, disciplina y motivación. Su objetivo es postular a un doctorado una vez finalizado el magíster y continuar formándose como profesional en el campo de la astrofísica. Sueña con dedicar su vida entera a la investigación y contribuir al avance del conocimiento en su área de estudio.
Actualmente, Francisco trabaja en la evolución química de galaxias utilizando simulaciones cosmológicas. Su labor consiste en reconstruir cómo cambia la distribución de elementos químicos en las galaxias a lo largo de su evolución y correlacionar estos cambios con otras propiedades galácticas. A través de este enfoque, busca comprender los procesos físicos que moldean la evolución de las galaxias y establecer patrones que permitan describir su desarrollo según su tipo.
Francisco ha tenido la oportunidad de llevar su investigación más allá de las fronteras de Chile. Recientemente, viajó a Argentina para participar en un taller donde presentó su trabajo y compartió conocimientos con otros expertos en el campo. Además, se prepara para viajar a Francia en el próximo mes para asistir a una escuela de verano sobre el Medio Interestelar (ISM, por sus siglas en inglés) de las galaxias. Estas experiencias internacionales le han permitido ampliar su perspectiva y descubrir nuevas oportunidades de estudio e investigación.
Con su mente abierta a nuevas experiencias, Francisco está emocionado por la posibilidad de vivir etapas fuera de Chile, especialmente si están relacionadas con sus estudios e investigación científica. Su determinación y pasión por la astronomía continúan impulsándolo a buscar nuevos desafíos y aportar al avance del conocimiento en el fascinante campo de la astrofísica.
El Apolo 11 se posa en la Luna y marca un hito en la exploración espacial
Entre el 16 de julio de 1969 y el 21 de julio del mismo año, la humanidad presenció un momento que quedaría grabado en la historia para siempre: el lanzamiento y alunizaje del Apolo 11, misión que llevó a los astronautas Neil Armstrong, Buzz Aldrin y Michael Collins a la Luna. Este evento trascendental no solo representó un logro sin precedentes para la NASA y los Estados Unidos, sino que también tuvo un profundo impacto en la carrera espacial y los avances tecnológicos que han influido hasta la actualidad.
El exitoso alunizaje del Apolo 11 fue el punto culminante de una intensa competencia entre las superpotencias de la época, conocida como la Guerra Fría. Estados Unidos y la Unión Soviética se disputaban la supremacía en la Tierra y también en el espacio, y la llegada a la Luna era el objetivo definitivo. La misión Apolo 11 se convirtió en un símbolo de la determinación y el ingenio humano.
Sin embargo, más allá de la rivalidad geopolítica, el programa espacial tuvo un impacto profundo en el ámbito tecnológico. La necesidad de superar los desafíos de la exploración espacial impulsó importantes avances en campos como la computación, las comunicaciones y la ciencia de materiales. La miniaturización de los sistemas electrónicos, el desarrollo de nuevas aleaciones y materiales resistentes al calor y la creación de sistemas de navegación avanzados son solo algunos ejemplos de los avances tecnológicos que surgieron de la carrera espacial.
Los desarrollos tecnológicos logrados durante el programa Apolo no solo se quedaron en el espacio, sino que se filtraron en la vida cotidiana de las personas. La invención de los circuitos integrados, por ejemplo, allanó el camino para la revolución de la computación personal y la digitalización de la sociedad. Además, las comunicaciones satelitales, originalmente diseñadas para las misiones espaciales, dieron origen a la era de las telecomunicaciones globales, permitiendo la transmisión de información y el acceso a internet en todo el mundo.
En el ámbito de la medicina, los avances en la tecnología de monitorización y telemetría desarrollados para los astronautas han sido fundamentales para el monitoreo de pacientes en situaciones críticas y la telemedicina. La investigación espacial también ha contribuido a la comprensión de los efectos de la gravedad cero en el cuerpo humano, lo que ha llevado a avances en la prevención y tratamiento de enfermedades óseas y musculares.
Cuando observamos el legado del Apolo 11, es evidente que la carrera espacial ha dejado una huella profunda en nuestra sociedad. Los avances tecnológicos desencadenados por la exploración espacial han cambiado la forma en que vivimos, trabajamos y nos comunicamos. Desde los dispositivos electrónicos que llevamos en nuestros bolsillos hasta los avances en medicina y comunicaciones, la influencia de la carrera espacial es innegable.
A medida que avanzamos hacia el futuro, es fundamental recordar el hito que representó el Apolo 11 y mantener el espíritu de exploración y descubrimiento que lo impulsó. La carrera espacial no solo nos ha llevado a la Luna, sino que ha abierto nuevas fronteras de conocimiento y posibilidades. La historia del Apolo 11 es un recordatorio de que, cuando nos atrevemos a soñar en grande y trabajamos juntos, no hay límites para lo que podemos lograr.
"Uniendo los mundos”: El enigma de la vida en Marte y el papel crucial de la Luna en la exploración espacial
Hace exactamente quince años, el 31 de julio de 2008, la NASA anunció un hito en la exploración de Marte: el descubrimiento de agua en el planeta rojo. Este descubrimiento cambió nuestra perspectiva sobre la posibilidad de que Marte haya albergado vida en algún momento de su historia.
A medida que nos acercamos cada vez más a la posibilidad de enviar humanos a Marte, se plantea una interesante transformación en nuestra percepción. El concepto de "habrá vida en Marte" se desvanece gradualmente, dejando paso a la pregunta más intrigante: "¿hubo vida en Marte?". La llegada del ser humano al planeta rojo nos brindará la oportunidad de buscar evidencias de vida pasada y desentrañar los enigmas que este mundo alienígena guarda celosamente.
Es interesante notar que el mes de julio ha sido testigo de importantes hitos en la exploración espacial. Hace más de medio siglo, en julio de 1969, los seres humanos llegaron a la Luna por primera vez. Este logro histórico plantea una reflexión fascinante: ¿será la Luna el punto de partida para la exploración humana en el espacio, incluso en nuestra travesía hacia Marte?
La Luna ha sido un trampolín invaluable para nuestra comprensión del espacio y nuestra capacidad para explorarlo. Su cercanía a la Tierra nos ha permitido realizar misiones tripuladas y no tripuladas, establecer bases de investigación y probar tecnologías fundamentales para futuras misiones espaciales más ambiciosas.
La relación simbiótica entre la Luna y Marte se hace evidente cuando consideramos que la Luna puede servir como un punto de partida estratégico para alcanzar nuestro objetivo final: el planeta rojo. A través de la creación de estaciones espaciales en la Luna, podemos desarrollar tecnologías y establecer una presencia humana a largo plazo en el espacio antes de embarcarnos en el desafío de Marte.
En conclusión, las nuevas y cautivadoras imágenes de Marte publicadas por la ESA nos acercan aún más a este fascinante mundo alienígena. A medida que avanzamos hacia el objetivo de enviar seres humanos a Marte, el concepto de vida en este planeta se transforma. Recordemos que el alunizaje de 1969 marcó un hito significativo y planteó interrogantes sobre el papel crucial de la Luna en la exploración espacial. Estamos en el umbral de una nueva era de descubrimientos y aventuras, donde el enigma de "¿hubo vida en Marte?", espera ser resuelto.